HACER EJERCICIO REDUCE EL RIESGO DE CANCER DE MAMA
Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook de Toronto han realizado una revisión de estudios de la relación entre actividad física y cáncer de mama. Concluye que el ejercicio reduce el riesgo de recurrencia de la enfermedad.
La científica Ellen Warner, coautora del trabajo junto con la Dr. Julia Hamer, subraya que “de todos los factores del estilo de vida, la actividad física tiene el efecto más fuerte en los resultados de disminución o prevención del cáncer de mama. Además, un aumento del 10% del peso corporal tras un diagnóstico de cáncer de mama aumenta el riesgo de mortalidad, no solo por esta enfermedad, sino por el resto de causas».
Con el ejercicio físico se pretende evitar el aumento de peso, puesto que ganar kilos durante o después del tratamiento del cáncer de mama está relacionado con la muerte asociada con este tipo de enfermedad. Las mujeres que tienen sobrepeso u obesidad en el momento del diagnóstico también tienen peores pronósticos. Por ello, aconsejan realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día, cinco días a la semana, o 75 minutos de ejercicio por semana, además de dos o tres sesiones de entrenamiento de fuerza para grupos musculares grandes.
Destacan también que los médicos pueden desempeñar un papel importante a la hora de ayudar a las pacientes a hacer cambios positivos: «Hacer cambios positivos en el estilo de vida también puede ser psicológicamente beneficioso para las pacientes al potenciarlos, ya que la sensación de pérdida de control es uno de los mayores retos de un diagnóstico de cáncer. Debido a que es común que las pacientes reduzcan su nivel de actividad física después de un diagnóstico de cáncer de mama, es importante que los profesionales de la salud promuevan y fomenten el ejercicio en esta población de pacientes, marcar rutinas de entrenamiento o facilitarles ejercicios para hacer al aire libre o en sus casas. Simplemente recibir el asesoramiento de un oncólogo para hacer más ejercicio ha demostrado elevar el nivel de actividad de las pacientes».
Advierten, por último, que algunos cánceres de mama tienen una biología agresiva y se repetirán a pesar de llevar unos comportamientos de estilo de vida más meticulosos: «Las pacientes no deben creer que los cambios inadecuados en su estilo de vida han llevado a la recurrencia de su cáncer».