LA EFECTIVIDAD DE LOS MEDIDORES DE ACTIVIDAD
La inactividad física es un importante factor de riesgo para las enfermedades no contagiosas, responsables de casi dos tercios del número de muertes a nivel mundial. Además, esta inactividad física contribuye al aumento de los costes a gobiernos, aseguradores y empleadores debido al tratamiento de este tipo de enfermedades y la reducción de la productividad.
Los wearables facilitan y mejoran el registro de actividad y pueden potenciar el aumento de la actividad física; sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, apenas existen evidencias de que puedan mejorar los resultados relativos a la salud. El objetivo del estudio llevado a cabo por Finkelstein et al. (2016) era investigar si el uso de medidores de actividad, o Activity trackers, solos o en combinación con incentivos económicos o donaciones de caridad, conduce a aumentos en la actividad física y mejoras en los resultados de salud.
En este ensayo controlado y aleatorio, los empleados de 13 organizaciones de Singapur fueron asignados al azar para realizar un seguimiento de su actividad. Los 800 participantes fueron asignados en grupo control, grupo con uso de Fitbit, grupo con incentivo en donaciones de caridad, y grupo con incentivo económico.
Los resultados mostraron que el grupo que contaba con un incentivo económico obtuvo los mejores resultados en el aumento de la actividad física moderada-vigorosa por semana a los 6 meses, pero este efecto no se mantuvo transcurridos 6 meses de la suspensión de esos incentivos. A los 12 meses, no se identificó ninguna evidencia de mejora en los resultados de salud, tanto en el grupo que contaba con incentivos, como en el grupo que no contaba con ellos, por lo que no se puede demostrar que estos dispositivos tengan valor o resultados en la promoción de la salud.
Según el estudio, aunque otras estrategias por incentivos puedan generar mayores aumentos en la actividad y mejoras en resultados de salud, los incentivos probablemente necesiten desarrollarse a largo plazo, para evitar un descenso potencial de la actividad física, resultante del abandono de la práctica de actividad.
Por lo tanto, los wearables son un verdadero apoyo a la hora de entrenar, un complemento muchas veces necesario para estar al tanto de las capacidades físicas y los límites a los que los deportistas quieren llegar y superar, pero no son una herramienta que por sí sola a día de hoy tengan la capacidad de aumentar el número de veces que una persona entrena o el tiempo de actividad de cada usuario, de momento, la perseverancia, las ganas y la motivación de cada uno siguen siendo el factor fundamental para la actividad deportiva.